Marisa Crespo: “Ser vicepresidenta electa de la SEC es una satisfacción y un reto a partes iguales”

La facultativa, Medalla de Oro y Brillantes del Colegio, fue elegida para el cargo en la asamblea anual de la Sociedad Española de Cardiología.

Marisa Crespo

La jefa de la Sección de Insuficiencia Cardíaca del Servicio de Cardiología del Chuac —y Medalla de Oro y Brillantes del Colegio—, Marisa Crespo Leiro, ha sido elegida vicepresidenta electa de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) durante la asamblea anual de la institución celebrada a finales del año pasado. La doctora Crespo es una referencia mundial en su especialidad, y lleva vinculada a la Sociedad desde que comenzó su formación como residente en la Clínica Puerta de Hierro de Madrid, en 1987. A lo largo de estos años ha ostentado diferentes cargos en la institución: “entre 1993 y 1996 fui secretaria de la Sección de Trasplante Cardíaco, y entre 2003 y 2006, la primera presidenta de la Sección de Insuficiencia Cardíaca, Trasplante Cardíaco y Otras Alternativas Terapéuticas”, que “con el tiempo ha ido modificando su nombre y ahora se denomina Asociación de Insuficiencia Cardíaca”.

La doctora Crespo asegura que su designación como vicepresidenta electa supone, “a partes iguales, una satisfacción —porque podré aportar mi granito de arena a una sociedad científica extraordinaria a la que debo mucho— y un reto por la responsabilidad que conlleva”. La facultativa ostentará el cargo como electa durante dos años y, después, estará otros dos como vicepresidenta. “En la SEC siempre se hace de esta manera” para que las juntas directivas entrante y saliente “se solapen y se facilite la continuidad en los proyectos”.

Con respecto a la especialidad, afirma que se encuentra “en continuo crecimiento y desarrollo”. Las enfermedades cardiovasculares son una de las causas más importantes de muerte o limitación funcional”, pero “la buena noticia es que se ha avanzado muchísimo en prevención, diagnóstico y tratamiento”, especialmente en “imagen cardíaca, genética, intervenciones percutáneas y fármacos. En la base de todo se encuentra la investigación, que nos ayuda a seguir mejorando”.

La insuficiencia cardíaca, por su parte, “ocupa el centro de la cardiología. No es una enfermedad, sino un síndrome complejo” que puede ser resultado de cualquier patología del corazón. Por lo tanto, “se previene con el tratamiento adecuado para esas enfermedades y, cuando se desarrolla, existen múltiples abordajes terapéuticos que incluyen fármacos, dispositivos, cirugía, intervenciones percutáneas y finalmente, para algunos casos muy seleccionados, el trasplante cardíaco o el corazón artificial —asistencia ventricular de larga duración—”.

Marisa Crespo hace hincapié en que “la pregunta más importante ante un paciente con insuficiencia cardíaca es ‘¿por qué?’. Hay que identificar la causa subyacente o precipitante —puede haber muchas—, cómo es el daño que tiene el corazón —si, por ejemplo, hay pérdida de contractilidad, de distensibilidad o ambas— o cómo influye la genética y otras comorbilidades en el pronóstico o en la respuesta a los tratamientos. La clave del éxito está en la individualización del tratamiento en cada paciente”.

La insuficiencia cardíaca, explica, tiene “una incidencia creciente con la edad, como resultado del envejecimiento de la población y de que hay mayor supervivencia a otras cardiopatías”. No obstante, el daño que se produce en el corazón tras un infarto agudo de miocardio, por ejemplo, “puede llegar a desarrollar insuficiencia cardíaca en el futuro”. Se estima que su prevalencia se sitúa “entre el 1 y el 2 % de la población adulta en países desarrollados y aumenta a un 10 % en mayores de 70 años”.

De cara al futuro, Marisa Crespo destaca como uno de los desafíos más importantes el reconocimiento de la insuficiencia cardíaca como subespecialidad —algo que ya existe en otros países—. De esta forma, “los pacientes podrían beneficiarse de la atención de cardiólogos expertos” en este ámbito. “En España, la SEC ya ha establecido estándares de calidad para las unidades de insuficiencia cardíaca, un paso necesario” para alcanzar ese objetivo.